25/6/09

EE.UU. se empobreció más que lo anunciado

Por Enrique Blasco Garma
Ambito Financiero, 25 de Junio de 2009

El PBI de Estados Unidos alcanzó su máximo esplendor, 11.727 billones (millones de millones) de dólares al valor de 2000, en el segundo trimestre de 2008. La medición para el primer trimestre de 2009 dio 11.354 billones, en dólares de igual poder adquisitivo. Una contracción del PBI en términos reales de casi 374 billones de dólares de 2000, bastante superior al valor completo del PBI argentino de un año. Una pérdida del 3,2%, en tres trimestres. Desde que se iniciaron las series trimestrales del PBI, en 1947, nunca hubo mayor caída porcentual, en el lapso de tres trimestres. El registro del segundo trimestre de 1958 es ligeramente más leve. En la muy grave crisis de 1981/82 se llegó a perder el 2,3% en tres trimestres. Estamos entonces ante la más grave pérdida de riqueza desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero eso es apenas la punta del iceberg. La medición oficial revela sólo una porción de la pérdida de riqueza sufrida.
En rigor, el PBI debería medir la creación o destrucción de riqueza del conjunto de los habitantes. Para lo cual habría que considerar la variación en el valor de los patrimonios de los habitantes. Porque la verdadera creación de riqueza es el aumento, o disminución en este caso, del valor de los patrimonios conjuntos de los habitantes más el consumo que realizan (la parte de la producción que no se incorpora a los activos). El método tradicional no lo incorpora pues los activos no parecían tan relevantes cuando se comenzaron las mediciones del PBI.

Variación de patrimonios
La Fed publicó la semana pasada la variación de patrimonios en el primer trimestre de 2009. En los tres trimestres comentados, la reducción alcanza a 8,95 billones de dólares. En ese lapso, el consumo privado sumó 7,5 billones y el gubernamental, 2,2 billones; el consumo agregado totalizó 9,7 billones. La verdadera creación de riqueza en esos tres trimestres fueron los 9,7 billones de consumo (producción destinada al consumo), menos la reducción de patrimonios comentada de 8,95 billones. Entonces, la verdadera creación de riqueza fue de apenas 0,7 de billón de dólares, en el lapso de los últimos tres trimestres. En términos anuales, ello equivale a 0,9 de billón, en vez de los 14 billones del método tradicional, a precios corrientes.
La destrucción de riqueza fue tan severa que casi niveló toda la creación de valores. Por eso, el verdadero PBI fue menos del 6% de la cifra declarada. En esas circunstancias no debe sorprender que aumente el desempleo, y caigan la producción y el comercio. Estas consideraciones muestran la relevancia de los activos y lo errático de presentar cifras del PBI aisladas de los cambios patrimoniales. La desconfianza y el desconcierto mayores, propios de la crisis, destruyeron casi tanto como lo aportado por la producción, durante los últimos tres trimestres (tercero y cuarto de 2008 y primero de 2009).
No hay duda, los EE.UU. se empobrecieron más que lo anunciado y el PBI debiera medirlo. El verdadero PBI se redujo a apenas una fracción de lo medido por las cifras oficiales del Bureau of Economic Analysis. Para obtener un cuadro completo se necesita sumar la información brindada por la Reserva Federal, de flujo de fondos y variación de patrimonios.
Esta comprobación destaca un aspecto fundamental de la economía. Las instituciones generan confianza y motorizan riqueza al definir el valor de los activos. No sólo en las fábricas y los campos se crean empleos y valores. Las instituciones son las más colosales generadoras de riqueza, pues especifican los derechos de decisión, los poderes individuales.
Las naciones avanzadas lo son porque fueron encontrando sistemas más eficaces para definir los poderes o derechos individuales de decisión, los derechos de propiedad.
Dentro de una estructura institucional, el sistema financiero es un fundamental creador de riqueza. Cuando los bancos se debilitan, la riqueza se destruye; cuando ganan certeza, los activos se valorizan y la riqueza se multiplica, incentivando mayor producción.
En su sentido más amplio, el sistema institucional abarca todo lo que sostiene la confianza. A los entes reguladores, al Gobierno, la Justicia y el Congreso, pues afectan la creación de valores y determinan propiedades privadas.
Las medidas de los gobiernos de las naciones más avanzadas se enfocaron en restaurar la confianza y el crédito. Apuntalaron la valorización (hasta ahora, frenando la depreciación) del conjunto de los patrimonios. Cuando los activos se valoricen, aumentarán los incentivos para producir esos bienes y contratar personal.

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